Los beneficios de ser positivo
Una cosa es afirmar que debes
alimentar al perro positivo y otra muy distinta es comprender a fondo el por
qué debes mostrarte positivo.
La positividad nos hace ser más
felices y sanos. Nos ayuda a vivir más y a mejorar nuestras relaciones. Nos
convierte en mejores líderes y nos lleva a disfrutar de un mayor éxito. Ser
positivo no sólo es una forma placentera de vivir también es la mejor manera de
vivir.
Las emociones negativas aumentan
el riesgo de sufrir un infarto y una apoplejía. La negatividad debilita nuestro
sistema inmunológico, hace que nos sintamos más estresados y consume nuestra
energía. También está asociada al hecho de sentirnos más deprimidos y de tener
pocos amigos.
La actitud sirve para influir en
las personas ya sea de manera o positiva dependiendo de tu positividad o
negatividad.
Tan simple como una sonrisa
No se puede alimentar la
positividad a menos de que se emprenda a la acción.
A menudo esperamos que haya algo
en la vida que nos haga sonreír. Aguardamos hasta que nos sentimos positivos y
aparece la sonrisa. Pero no es necesario esperar a sentirnos lo bastante
positivos para que aparezca una sonrisa en nuestro rostro. Podemos generar
sensaciones positivas por el simple hecho de sonreír.
Esperar a que algo te haga
sonreír es como sentarse en una sala oscura y aguardar a que alguien encienda
la luz.
Tienes en tu mano el poder de
hacer que te sientas bien.
·
Positivo o negativo: el perro al que alimentes
serpa el que prospere.
·
Las personas positivas disfrutan de una vida más
larga, más feliz y más sana.
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Alimenta la positividad con sonrisas auténticas
y con fuertes carcajadas.
Dar un pase de agradecimiento
También podemos alimentar nuestra
positividad de pensamientos cargados de agradecimiento y gratitud como lo
agradecido que uno se siente por seguir vivo, por poder caminar, por la
capacidad de oler el aroma de las flores y de inhalar el aire fresco.
Un día de gratitud
La abundancia penetra en tu vida cuando la gratitud fluye de tu corazón.
Alimentar la positividad
realmente puede cambiar las cosas y que la gratitud es el alimento definitivo
para aquellos que deseen ser más positivos.
·
No puedes sentirte estresado y agradecido al
mismo tiempo.
·
La gratitud es como un musculo. Cuanto más lo
trabajas, más fuerte se hace
Cuéntate historias positivas
La manera de ver las cosas
determina el modo de pensar, de sentir y, en su última instancia de comportarse
durante el resto del día. Nuestra manera de percibir a las personas, los
acontecimientos y las situaciones determinan nuestra realidad.
Vivimos la vida basándonos en
nuestra forma de ver las cosas y en nuestra percepción de la realidad.
Las grandes historias y los
pequeños relatos definen nuestra vida, esas pequeñas historias son nuestras
creencias y nuestra filosofía sobre la vida.
·
La historia que te cuentes a ti mismo definirá el
tipo de vida que lleves y las acciones que vayas a emprender.
·
Es importante que te cuentes a ti mismo una
historia positiva.
“Voy a” en lugar de “tengo
que…”
Cuando cambias “tengo que” en lugar
de “voy a”, sustituyes una queja por un agradecimiento sincero.
Bendecido en lugar de estresado
También podemos optar por
sentimientos bendecidos en lugar de estar estresados.
El estrés crónico debilita
nuestro sistema inmunológico, aumenta nuestra presión arterial, consume nuestra
energía afecta a nuestro sueño, agota las neurotransmisiones que nos hacen
sentir bien, como la serotonina y la dopamina, y acelera el envejecimiento, lo
cual no es positivo, ya que, cuando eso sucede, los seres vivos no disfrutamos
de una existencia demasiado larga.
Convertir las quejas en
soluciones
Hay momentos en los que quejarse
resulta útil y, visto desde la perspectiva adecuada, puedes convertir las
quejas en soluciones a tus protestas como el no quejarte si no eres capaz de
encontrar 2 o 3 soluciones a tus quejas.
Cada vez que nos demos cuenta de
que nos estamos quejando, podemos afirmar: “muy bien, no me gusta esto. No
estoy satisfecho con aquello. Entonces, ¿qué es lo que quiero?, ¿qué es lo que
más me hace sentir feliz?, ¿qué pensamiento me va a proporcionar paz en lugar
de frustración?, ¿qué medidas positivas puedo adoptar para rectificar esta
queja?, ¿qué solución podrá solucionar este problema?
Todas las protestas constituyen
una oportunidad para convertir algo negativo en positivo.
Miedo o fe
Las quejas, la ira, los celos y
la tristeza los produce un miedo que se expresa de manera negativa.
El miedo al fracaso nos conduce a
la pasividad. El miedo a que nos hagan daño nos lleva a la ira. El miedo a no
ser lo bastante bueno, a no alcanzar el suficiente éxito o a no ser lo bastante
inteligentes nos conduce a la tristeza. El miedo nos impide vivir la vida que
nos corresponde llevar, pero existe un antídoto ¡me refiero a LA FE!
El miedo y la fe creen en la
existencia de un futuro que todavía no ha llegado. El miedo cree en un futuro
negativo mientras que la fe vive con la esperanza de un futuro positivo. Si ni
el futuro negativo ni el futuro positivo han sucedido todavía, ¿Por qué no
optamos por convencernos de que habrá un futuro positivo?, ¿por qué no creemos
que nos esperan grandes cosas. La fe te ayuda a superar el temor que sabotea tu
alegría y tu éxito. Te ayuda a superar aquellos momentos de dificultad en los
que deseas rendirte. La fe te llena de esperanza, optimismo e inspiración y tu
convencimiento de que habrá un futuro positivo te lleva a tomar desde hoy
medidas muy eficaces y de esta manera cómo crees en ti mismo y en el futuro,
emprendes las acciones necesarias para forjarlo.
La fe te ayuda a convertir los problemas
en oportunidades.
Problemas u oportunidades
Nadie pasa por esta existencia
sin que algún momento la vida le ponga a prueba, pero podemos permitir que esas
dificultades nos destruyan o luchar para que nos hagan más fuertes, podemos
considerar la adversidad como un problema o como una oportunidad que nos va a
ayudar a aprender, a mejorar y a prosperar. ¿Qué puedo aprender de esta
existencia’, ¿cómo puedo enriquecerme gracias a ella?, ¿qué debo de hacer
ahora?
El perro positivo crece
·
La oración y la meditación alimentan a tu perro
positivo.
·
Cuando haces algo que te interesa, te sientes
más positivo.
·
Cuando juegas y te diviertes te sientes más
positivo.
La positividad no solo alimenta
al perro positivo que hay en ti, sino que también se alimenta a si misma y se
desarrolla en tu vida “la positividad no solo te cambia a ti, sino que también
cambia a todo lo que te rodea”.
Uno de los principales que ofrece
ser positivo es que se puede manejar mejor las adversidades y las dificultades.
Cuando te muestras positivo, no solo mejoras tú, sino que haces mejor a todos
los que te rodean.
Alimentar a los demás
Una de las maneras más efectivas
de seguir alimentando la positividad durante toda tu vida es alimentar a los
demás, cuando alimentas a los demás te alimentas a ti mismo.
Un excelente punto de partida es
ser amable, para cambiar al mundo debemos de empezar por realizar pequeños
actos de amabilidad. En lugar de ver a los demás como objetos tenemos que
empezar a tratarlos como formas de vida que late y respira y que necesitan de
la amabilidad para poder prosperar.
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Tu amabilidad alimenta a los demás y cambia al
mundo.
·
La amabilidad es un don que siempre vuelve a ti.
El estimulo
Existe otra manera eficaz de
alimentar a los demás…el estímulo.
El mundo necesita que tu llegues
al corazón de los demás y afirmes: creo en ti. Si tienes el deseo, entonces
también tienes el poder de hacer que se cumpla.
La negatividad tiene un
propósito
La negatividad solo tiene un propósito:
te ayuda a darte cuenta de todas las cosas positivas que hay en el mundo, de
igual manera que la oscuridad te ayuda a ver las estrellas que hay en el cielo.
Si no viviéramos experiencias negativas, nunca seriamos capaces de apreciar las
positivas.
La negatividad nos obliga a
sentir esas emociones tan dolorosas para que así podamos reconocer y apreciar
las emociones positivas. La negatividad proporciona carácter y fuerza cuando
perseveramos y la superamos.
Alimentar al perro positivo:
plan de acción
Los estudios demuestran que
podemos desarrollar más positividad en nuestra vida y compartirla con aquellos
que nos rodean, tanto en el trabajo como en casa. La clave está en pasar a la
acción.
·
Día 1: dar un paseo de agradecimiento
Simplemente se trata de dar un
paseo al aire libre, en un centro comercial, en tu oficina, sobre una cinta
andadora o en cualquier otra parte que se te pueda ocurrir. Cuando combines la
gratitud con el ejercicio físico, recibirás una doble ración de energía
positiva.
Si te gusta el paseo de
agradecimiento, puedes darlo cada día.
·
Día 2: un día de gratitud
Las personas agradecidas tendemos
a ser más optimistas, lo cual mejora la función inmunológica, el ritmo cardiaco
y los niveles de felicidad. Podrías poner en marcha la estrategia de “voy a” en
lugar de “tengo que”.
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Día 3: más sonrisas y más risas
Se dice que los niños se ríen
aproximadamente 400 veces al día, mientras que los adultos solo nos reímos unas
25 veces.
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Día 4: celebrar tu logro del día
Según el psicólogo deportivo Jim
Fannin, los últimos treinta minutos antes de irte a la cama se registran en el subconsciente
y éste los reproduce entre 15 o 17 veces. Por tanto es importante irse a la
cama albergando pensamientos positivos.
Concéntrate en tu triunfo y así
mañana te esforzarás por conseguir más éxitos.
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Día 5: pasa tiempo con personas positivas
Estudios demuestran que las
relaciones estrechas fomentan la salud, prolongan la longevidad y realzan la
positividad.
Las personas positivas nos hacen
sentir más positivos.
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Día 6: comparte el don de la amabilidad
Uno de los principales impulsores
de la felicidad es realizar actos humanitarios.
Convierte el día de hoy en el día
de la amabilidad y realiza cinco actos humanitarios.
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Día 7: oler las rosas
Estudios demuestran que pasar
tiempo en la naturaleza fomenta nuestra positividad, especialmente cuando
acompaña al buen tiempo.
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Día 8: saca tu telescopio
El telescopio representa nuestro
sueño de futuro y, según Barbara Frederickson, los estudios demuestran que es
una manera sencilla de fomentar la positividad.
Hoy debes soñar con el tipo de
vida que quieres crear. Anota cuál es tu proyecto general. ¿Qué aspecto tiene?,
¿qué estás haciendo?, ¿qué esperas conseguir?, ¿cómo quieres influir en los
demás?, ¿Cuál es tu misión y propósito? Dedica unos minutos a visualizar el
tipo de vida que quieres crear.
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Día 9: haz una visita de agradecimiento
Una visita de agradecimiento a un
viejo jefe o mentor, a un amigo que te ayudo en los momentos difíciles, a un
miembro de tu familia o a alguien que haya tenido una influencia positiva en tu
vida.
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Día 10: déjate llevar por el momento
Hoy debes elegir una actividad
que te atrape, te interese y te proporcione energía. Toca un instrumento, baila
tu pieza musical preferida, pinta, práctica un deporte, navega, planta flores,
juega a las damas o al ajedrez, lee un buen libro o elige cualquier otra
actividad positiva que te permita disfrutar del momento presente y alimentar tu
positividad.
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Día 11: se un instructor
Los instructores sacan lo mejor
de los demás. Los mejores instructores orientan, animan, elogian, inspiran y
lideran con optimismo y positividad.
Hoy debes alimentar la
positividad de los demás tanto como a ti mismo adoptando el papel de
instructor. En lugar de quejarte por lo que los otros hacen mal, comienza a
concentrarte en lo que hacen bien.
Cada día: reza
Cuando te sientas muy estresado,
detente, quédate quieto y recarga las pilas.
Algunas maneras de matar de
hambre a la negatividad:
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Convierte las quejas en soluciones.
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Cambia el miedo por la fe
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